Desde tiempos inmemoriales, la cooperación ha sido piedra angular para lograr el desarrollo y superar la pobreza.
Italia, España, Francia, EEUU, Canada, entre muchos otros países, mantienen políticas públicas de fomento al desarrollo y fortalecimiento de las cooperativas.
Pero, que es una cooperativa?
El cooperativismo es un sistema que se diferencia de otros por una filosofía, una doctrina, y una forma de trabajo muy peculiar para satisfacer las necesidades individuales y colectivas.
Este sistema constituye, además, un sistema alternativo viable al actual modelo neoliberal, que puede coadyuvar, en buena medida, a eliminar la disparidad social y a disminuir los índices de pobreza, pues no podemos pasar por alto que el cooperativismo pretende formar individuos económicamente más fuertes, socialmente más competentes y cívicamente más ilustrados; cambiar el espíritu de lucro personal de las actividades económicas por el de servicio y ayuda mutua, poniendo al alcance de las clases débiles la posibilidad de entrar en la vida activa de los negocios y, de esta manera, contribuir al desarrollo económico nacional.[2]
La filosofía del cooperativismo esencialmente, ha sido sistematizada en siete principios básicos, los cuales deben asumirse plenamente, no como un proceso político, ni religioso, ni ideológico, sino como un proceso de vida, dentro del cual, la cooperación y la ayuda mutua son parte fundamental.
Una cooperativa es una organización autónoma de personas con necesidades comunes que desean mejorar su situación económica, social y cultural, uniéndose voluntariamente para formar una empresa de propiedad común que se maneja de acuerdo a las propias decisiones de quienes la integran.
Este esquema permite que las personas que integran la cooperativa lo hagan de manera voluntaria, sin ser obligados a entrar o a pertenecer en la misma; además, todos los miembros son co-propietarios de la empresa y la administran en forma democrática.
Al organizarse en cooperativas, los integrantes buscan obtener beneficios para todos en común, y no solamente para unos cuantos.
En general, las cooperativas están integradas por personas físicas, pero también pueden admitir personas morales, como el caso de las cooperativas que se agrupan para formar otras cooperativas[2].
[1] Ramírez Villareal, Roberto “Cooperativismo”, México, 2003.
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